Tres y media en madrugada y no te puedo sacar de mi cabeza: tus palabras, tus ojos, tus labios. Aquellos labios que me permitieron sentir que era alguien importante en tu vida, aquellos que pronunciaron la palabra amor y me hicieron soñar, aquellos labios que no pudieron mentir y destrozaron mi cielo.
Estas líneas no son un reclamo o una suplica a tu cariño, son solo el reflejo de mi corazón partido, de mi pena vagabunda y de mi deseo oculto de tu regreso.
Quiero gritar y molestarme contigo, quiero decir que la luna es mi nueva compañera, que el camino será largo pero no complicado, que mañana me encontraras y podrás saludarme, tantas palabras que solo son cenizas derramadas en el mar.
¿Por que no mentir? Si mentiste con tu besos y tu mirada, ¿por que no mentir con tus palabras? Dañaste un corazón y un alma enamorada, tu verdad fue mentira; y ahora el fuego que subió a la montaña regresara con el viento nocturno, regresando un dolor que guardare junto con la ultima lagrima derramada por este desamor
miércoles, 4 de junio de 2008
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