domingo, 4 de abril de 2010

Igual Que Mi Pinche Padre

"Un sabado Especial"
Cada sábado tenía una buena rutina; muy clara y precisa, a la que me he llegado a acostumbrar; pero este ultimo sábado tuvo algo “especial” que me obligo dejarla pasar, al menos por un día.

El acostumbrado amanecer para buscar desayuno fue substituido por uno de los 2 abrazos sinceros que recibiría ese día; ya despierto, pero aún en mi cómoda cama, pensé en hacerme felicitar por las 3 personas a quien creo que les importo lo suficiente como para recibir un “ que te la pases bien”, de hecho son 5 pero dos ya me habían felicitado.

El día pintaba para ser un buen sábado, mis amigos me visitaron para decirme donde jugaríamos, después de darles mis motivos de mi ausencia solo puede escuchar risas y comentarios agudos relacionados a mi persona y mi condición física, luego de preguntarme por que estos tipos son mis amigos decide entrar a mi cuarto y ver un poco de tele.

Pasadas la 1 de la tarde, aún sin desayunar, me aventure a mi cocina a la búsqueda del alimento prometido, sin darme cuenta me brinco desde un rincón un ser delgado de olor a león y mirada perdida, saliendo de su extraña boca una oración “ ¿Ora pinché anciano que va a haber? ” aún con desconcierto y ya en compañía del ser que me dio vida solo pude decir “NADA”, luego de un corto silencio dos gritos se escucharon, uno gracioso que vino del raro ser: MAMON , pero en el otro encontré palabras que aun me duelen y retumban en mi corazón: ¡¡¡IGUAL QUE TU PINCHÉ PADRE!!!.

¿Palabras que llevaban la intención de lacerar mi espíritu? No lo se y realmente no quiero pensar en ello. Una pequeña mención me trajo todos esos pequeños recuerdos que vas desapareciendo poco a poco, pero constante y sin falta. Una discusión, llanto y por supuesto el orgullo de no aceptar los diferentes puntos de vista guiaron a un final que no es difícil de imaginar.

Después de esto la visita a la tumba del Ángel era una parada obligatoria, ya que al haber botado compañeros de equipo no puede ir a jugar, otros amigos tuvieron diferentes planes y la chica a la que me gustaba llamar novia no se encontraba. Caminando solo en el centro de mi pequeño mundo me tope con una vieja amiga, que no tenia ni idea de lo que estaba pasando en mi mente pero que para mi sorpresa me dio un abrazo y un beso, la respuesta de la soledad siempre la encuentra con la persona menos esperada, con una sonrisa en mis labios deje que me regalara un paleta de hielo, y ha regañadientes me paso a dejar a mi casa ha volver a mi soledad.

Triste soledad en mi cocina, pero es algo a lo que estoy acostumbrado desde pequeño, soledad que me ha llevado al cinismo, que me ha conducido a exiliarme de cualquier persona que intente acercarse, soledad pegada al alma, soledad que solo el cambiaba y pensar que ya no estará ahí, lo creas o no cambie mi rutina por esto.



IGUAL QUE MI PINCHÉ PADRE

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